Las «propietarias» del mundo.

Tenía pensado escribir antes este post, pero en estos momentos de pandemia global por el coronavirus, no puedo evitar tener el sesgo de pensar ¿donde están en estos momentos críticos las grandes fortunas?, con todo ese poder exclusivamente al servicio del beneficio privado, ¿en qué están ayudando?, cuando es tan necesario estar al servicio del bien común. Esperaremos las explicaciones y los datos, que no sean un lavado de cara e imagen corporativo (pero salvo honrosas excepciones es para ser pesimista). Hablando de estas grandes fortunas, la mayoría de las personas está en la más absoluta ignorancia de la sola existencia de este poder financiero, teniéndo delante de nuestras narices esa enorme concentración de riqueza y poder. Todo este desconocimiento se produce a pesar de vivir en la «sociedad de la información». Vamos a hablar de las grandes empresas de gestión de activos.

Para hacernos una idea, y tener referencia de las cifras de las que estamos hablando; el PIB mundial en 2018 fue de 85,9 billones de dólares (Estados Unidos 20,5 billones; China 13,6 billones, Japón 4,9 billones, la Unión Europea 18,7 billones, Mundo Árabe 2,7 billones, América Latina y Caribe 5,8 billones, …), datos del Banco Mundial. Los Estados, los bancos tradicionales e incluso grandes corporaciones, están siendo superadas en poder económico por grandes gestores de activos (con todo lo que ello conlleva), y que aglutinan el poder difuso de sus participantes, que sólo les exigen beneficios. El poder de los directivos de los grandes gestores de activos es inmenso, controlan los mercados, condicionan a los gobiernos, son corporaciones para las cuales trabajan directamente cientos de miles de personas, y aún muchas más de forma indirecta. La concentración de la propiedad financiera implica una nueva concentración del control corporativo, ya que los administradores de activos pasivos tienen la capacidad de ejercer el poder de voto en los consejos de administración (por poderes) de accionistas. En una situación de propiedad dispersa y fragmentada, el poder de voto de un accionista individual es bastante limitado, pero los propietarios de bloques con al menos el 5% de las acciones se consideran altamente influyentes, y los accionistas que poseen más del 10% ya se consideran determinantes para la empresa.

Por otro lado las primeras empresas con mayor valor en bolsa, en 2019 sumaban 10,06 billones de dólares (Aramco petrolera estatal de Arabia Saudí con 1,88 billones, Apple 1,39 billones, Microsoft 1,27 billones, Alphabet la matriz de Google 1,02 billones, Amazon 924.520 millones, Facebook 633.490 millones, Grupo Alibaba 610.130 millones, Berkshire Hathawai holding inversor de Warren Buffett 562.390 millones, Tencent Holdings tecnológica china 492.900 millones, VISA 441.610 millones, JP Morgan 433.480 millones, y Johnson & Johnson sanitaria y farmacéutica 392.600 millones).

La principales empresas de gestión de activos (asset management firms) manejan activos por valor de billones de dólares. Hablando de cifras aproximadas que oscilan entre los años 2016 y 2020:  Blackrock 6,96 billones, Vanguard Group 5,6 billones, Charles Schwab 3,36 billones, UBS 3,1 billones, JP Morgan Chase 2,78 billones, State Street Global Advisors 2,8 billones, Fidelity Investments 2,5 billones, Allianz Group 2,3 billones, Bank of New York Mellon 1,8 billones, PIMCO 1,6 billones, AXA Group 1,5 billones, Capital Group 1,47 billones, Goldman Sachs 1,37 billones, Blackstone, …… Cifras multimillonarias que aumentan año tras año, Seguir leyendo

¿Añadir más carriles mejora el tráfico?. No siempre: Paradoja de Braess.

A todos nos ha pasado, llegamos a las colas de varios carriles u opciones, y no sabemos donde colocarnos, ni cual será la más rápida; lo mismo que nos sucede en un supermercado y en otras circunstancias. Existe en matemáticas una parte que se dedica a estudiar estos procesos, explicarlos y tratar de optimizarlos, esta disciplina se llama Teoría de Colas, y sirve para que el tráfico en internet, las telecomunicaciones sean más rápidas, que las carreteras funcionen mejor, que cuando lleguemos a cualquier cola supermercados, aeropuertos y las fábricas, funcionen mejor,….

Debes saber también que estos fenómenos son cadenas de Markov, es decir procesos aleatorios estocásticos que varían con el tiempo, como lo hace el clima o los mercados de valores en bolsa,…. y no tienen memoria de lo que ha pasado anteriormente, porque lo que probablemente puede suceder ahora depende exclusivamente de la situación actual del sistema. Por eso tenemos que olvidarnos de lo que haya sucedido anteriormente a la hora de elegir la cola que creamos que es más rápida.

La paradoja de Braess dicta que al agregar mayor capacidad a una red, cuando los actores que transitan por ella escogen la ruta de forma egoísta, puede que en algunos casos reducir la fluidez de toda la red. El trabajo original de Braess mostraba una situación paradójica, en la que la construcción de una vía adicional (con la consecuente inversión de capital), llevaba a que, con la misma demanda de tráfico, los tiempos de viaje para todos los usuarios de la red aumentaran. Cuantos más automóviles usan una vía, más se reduce la velocidad de todos los vehículos que la usan y se llega a un mayor tiempo de viaje. Aquellas vías que tienen mayor capacidad (por ejemplo, más carriles para tráfico) podrán albergar más vehículos sin que la velocidad se vea afectada, mientras que vías con poca capacidad se congestionan más rápido. Seguir leyendo